Entrevista de trabajo: Sé tú mismo.

Nuestra entrevista de trabajo: Seamos nosotros mismos.

Desearía antes que nada, dedicar este artículo a Don Enrique Osorio Lomas, Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía, Jefe de Seguridad, Instructor de Tiro y una persona que siempre me atendió con gran amabilidad y a quien guardo en el recuerdo y un gran respeto y cariño por quien fue. Hace unos años que nos dejó, pero siempre permanece en el recuerdo. Descanse en Paz. Gracias.

Desearía desde este nuevo artículo, dar unas sugerencias que me encantaría fuera de la máxima ayuda a cuantas más personas, mejor. Y si gracias a este artículo alguien logra obtener un contrato de trabajo,  me doy por plenamente satisfecho.

Si navegamos por la red de redes, hallaremos mil y un ejemplos de cómo preparar una entrevista de trabajo, y seguro que todas son válidas. No daré el elixir ni la fórmula mágica en este escrito porque sencillamente no la poseo, pero sí que por lo menos, unas líneas que podrían resultar útiles, ojalá que así sea.

Decimos y hemos escuchado decir que los ojos son el espejo, las ventanas, etc, de nuestra alma. Quien tenga una mirada “limpia” se la considera sincera, amigable y de confianza. Por nuestros ojos se puede saber qué estamos pensando. Durante la entrevista no debemos ir mirando hacia todos los lados constantemente, mantengamos la mirada hacia nuestro entrevistador demostrando interés en la conversación, pero sin fijarla en demasía, ni mirarle con curiosidad su ropa, peinado, etc. Una mirada fija y constante, “clavada” como decimos coloquialmente, puede trasladar una sensación de que quien la realiza pueda tener algún tipo de trastorno de la personalidad. Sonriamos afectuosamente, pero sin exagerar, transmitiremos confianza a nuestro entrevistador, pero tampoco sonriamos demasiadas veces, ya que podríamos obtener el resultado contrario. Como sabemos, todas las cosas en esta vida tienen su justa medida, tanto los excesos como las carencias no son buenas, debemos hallar el punto intermedio. Bien, pues en nuestro caso sucede lo mismo.

No hagamos aspavientos ni rápidos movimientos con nuestras manos, tampoco las usemos constantemente, ya que distraemos a nuestro interlocutor y no las pasemos cerca de su rostro, puede no agradarle. Tampoco le toquemos constantemente o demasiadas veces, hay personas que no les gusta ser tocados, lo pueden considerar de mala educación. Es bueno mostrar afecto, pero también guardar el debido respeto. Es importante igualmente, guardar una cierta distancia con nuestro interlocutor, lo que comúnmente llamamos en confianza “que corra el aire”. Estos últimos ejemplos, los tendríamos en cuenta en el supuesto de que tuviéramos la posibilidad de estar tan cerca de quien nos entrevista que pudiera darse esa situación.

Si fingimos interés en una conversación, nuestro interlocutor muy probablemente se dará cuenta por nuestros gestos y sabremos en tal caso, que habremos perdido muchos enteros ante quien nos entrevista. Cuando estemos sentados, debemos tomar una posición relajada, que no nos obligue movernos demasiadas veces, podríamos dar imagen de nerviosismo, de falta de interés y querer marchar. Ahora bien, tampoco quiere decir que estemos como una piedra, si hemos de cambiar de posición lo haremos pero con naturalidad.

¿Cómo deberíamos ir vestidos a la entrevista? Es importante que recabemos información de cómo es la empresa, filosofía, objetivos, intereses, directivos, expansión, etc., todo aquello que nos pueda ayudar a saber dónde vamos y con quien nos podríamos encontrar y responder alguna pregunta sorpresa del estilo de ¿qué sabe usted de nosotros y de nuestra empresa?. Esto nos ayudará a elegir la ropa con la que vayamos, zapato o calzado deportivo, barba, piercing, informal pero arreglado, de traje y corbata, etc. Es importante siempre ir aseado correctamente, no abusar de la colonia. No a todos nos gusta la misma fragancia, para ello existen fórmulas neutras que den imagen fresca y aseada pero sin inundar ni aturdir el olfato del entrevistador y quién sabe, evitar una posible reacción alérgica. Sí, es cierto, en mi actual puesto laboral os digo que hay más de una persona con alergias, entre ellas una funcionaria a determinadas colonias. Debemos llevar pañuelos y unos caramelos mentolados que den frescor y eliminen mal aliento, que puedan ayudar ante un posible apuro puntual, tras haber tomado café u otra bebida o comida previamente a la entrevista. En mi actual puesto de trabajo me encuentro con bastantes ciudadanos que acuden a realizar trámites que sufren de mal aliento y falta de aseo personal, produciendo un rechazo frontal muy grande entre los funcionarios y otros empleados y visitantes aseados que están sentados junto a ellos en la sala de espera. Imaginaros esta situación en una entrevista de trabajo, directamente no apto.

Recuerdo en una ocasión que me presenté a una de las diferentes entrevistas laborales. Bien, fui superando fases, pruebas hasta que llegué a la última, éramos unos pocos candidatos, no llegábamos a la docena. Antes de realizar esa última prueba, consulté por teléfono a un amigo Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía y Jefe de Seguridad. Me dijo, “Raúl, sé tú mismo”. Y lo fui. No me llevé el empleo finalmente, quizá pesó el hecho de la distancia, no residía en la ciudad Condal, Barcelona, pero me quedé muy tranquilo porque fui yo mismo, porque supe que todos los candidatos éramos igual de válidos y porque irremediablemente como en toda competición, alguien debe ganar y alguien debe quedar en segundos puestos. En mi caso, quedé entre los diez primeros en una prueba final, quedando detrás de mí, unos cuantos miles de candidatos. ¿No está mal, no? Hay que ser siempre positivos, siempre nosotros mismos, siempre naturales.

Las entrevistas tienen tantas fórmulas… que no digas esto, pero que hagas lo otro, pero que quizá. Nuestros allegados, familiares, amigos, nos dicen lo mismo, no seas muy sincero porque tal y pascual ¿A qué o a quién hacer caso? Por eso es importante que seamos nosotros mismos, naturales, sencillos, humildes pero con sana ambición de superación. Además debemos saber también que nuestro entrevistador es una persona, que al igual que nosotros, tiene sus virtudes y defectos. Tiene una formación en recursos humanos, probablemente estudios de psicología, etc. Pero no deja de ser una persona que como nosotros, tiene sus aficiones, gustos, opiniones, etc. Y al igual que nosotros, y quizá el más aun, debido a su formación y estudios, verá aquello que queramos esconder de nosotros y según como lo interprete, podría ser negativo a nuestros intereses. Estamos ante una persona que aunque pretenda ser objetiva, no podrá evitar tener un punto subjetivo ya que por desgracia cuenta con un tiempo limitado para intentar hacerse una idea de quien tiene delante y de quien es el mejor candidato para el puesto a cubrir. Debe tomar una decisión que es importante y un buen entrevistador lo tiene en cuenta.

Todo el mundo opina y nos llena la cabeza de estrés. En definitiva, vamos a lo de siempre, sé tú mismo, la naturalidad es básica. Un buen entrevistador sabrá ver nuestras cualidades si sabemos mostrarlas y para ello es vital que seamos nosotros mismos y estemos relajados. Si bien es cierto, que una cierta dosis de estrés no es mala, ya que nos ayuda a estar alerta, pero sin pasarnos, tengamos el control.

Al acudir al lugar de la entrevista, es correcto hacerlo con tiempo suficiente, nunca sabemos el imprevisto que nos puede jugar una mala pasada.  Una vez en el lugar, podemos acceder y presentarnos unos diez minutos antes, eso nos ayudará a ver el entorno, estudiarlo e ir tomando confianza. No está de más saber qué tenemos a nuestro alrededor, en todo caso, daño no nos hará esa información.

Recuerdo haber acudido hace unos años a una entrevista, llegué con tiempo, me acomodé, visité los servicios, miré a través de la ventana, cuadros y autores, etc. Reparé que justo enfrente del asiento donde permanecí esperando, había el típico aparato dispensador de agua, con sus vasos de plástico. Se acercó un Señor a beber agua, llevaba un llavero de IPA (International Police Asociation). Resultó ser quien me realizó la entrevista. Logré el puesto y estuve trabajando hasta finalizar el contrato, fueron cuatro meses. Era solo para temporada de verano. ¿Tuvo algo que ver la información que logré y cómo la gestioné posteriormente? No lo supe, pero en todo caso mal no me hizo. Me contrataron.

Por ejemplo:
A. Entrevistador
B. Candidato entrevistado

A. ¿Usted se fija en su entorno?  Le pregunto porque estará en un puesto donde es importante observar el flujo de la información, discriminar la misma y retenerla si fuera de interés para comunicarla a los efectos oportunos.

B. Sí, claro, tengo varios años de experiencia como Vigilante de Seguridad.

A. Bien, entonces ¿sabe usted dónde está el lavabo, la salida de emergencia, el ascensor, en qué planta nos encontramos, si existe escalera de acceso?

B. Con el respeto debido ¡¿Qué me dice usted, oiga que yo vengo para Vigilante de Seguridad?!

A. Correcto, entonces ¿usted no se fija en su entorno allí por donde pase?

Este ejemplo, trampa, lo que sea, demuestra nuestra motivación por el trabajo. Debemos prepararnos la entrevista, sí Señores, debemos preparárnosla. Debemos saber que el entrevistador tiene únicamente un tiempo limitado para saber de nosotros, por lo que es importante que tengamos cuántas más herramientas a nuestro favor, mejor. Somos nosotros mismos, naturales. Sí, claro, debemos serlo. Pero a la vez demostrar ese punto diferenciador del resto de competidores, ya que no olvidemos que competimos por un puesto de trabajo.

Recuerdo allá por 1992, en la extinta empresa de seguridad CESS Barcelona, un test que nos hicieron a los aspirantes a Vigilantes. En él había escritas unas cerca de veinte preguntas que debíamos responder en un tiempo límite, obviamente no daba tiempo a finalizar la prueba. La última pregunta nos remitía a leer la primera:

1.   “Lee con atención antes de hacer nada”

2.   “Pon tu nombre en la parte superior de éste papel”

20. “Lee la primera pregunta y haz solo la numero dos”

En los últimos años, hay una empresa de seguridad, a la que le gusta en sus entrevistas de selección de personal, que los candidatos dibujen un árbol. El Test del Árbol. Hallaréis información al respecto en internet sobre dicho test y su significado. El ancho del tronco y sus líneas curvas, raíces, ramas, etc.

testdelarbol

Fases de una entrevista.

El saludo.

Un cordial y respetuoso hola acompañado de un encaje de manos de corta duración, pero firme, sin estrujar, mirando a los ojos de nuestro entrevistador y sin forzar el gesto. Natural.

Conversación.

Un entrevistador con experiencia, nos hará una introducción, nos llevará por una conversación informal con la finalidad de que nos relajemos si nos encontrara nerviosos y bloqueados, de esa manera, ambas partes podremos obtener un mejor resultado final.

En la conversación central haremos un repaso de nuestros datos y experiencia laboral que poseamos, aficiones, etc. También tocaremos probablemente, según el entrevistador vea, los últimos lugares donde hayamos trabajado, qué nos agradó y qué pudo haberse mejorado, así como nuestra aportación en la empresa.

Turno de preguntas.

Aquí podremos realizar aquellas preguntas que tengamos respecto de la empresa, del puesto laboral, turnos, remuneraciones, formación, etc.

Despedida.

En caso de encaje de manos, haremos como en la presentación. Donde además podríamos finalizar invitando al entrevistador a quedar a su disposición para las aclaraciones que estime oportunas y a la espera de respuesta sobre el proceso de selección.

Sugerencias.

Llevaremos copia de nuestro historial laboral aunque la empresa ya lo tenga, La Tarjeta de Identidad Profesional, TIP, así como dni, permiso de conducción, cartilla de la seguridad social, libreta de ahorros, titulaciones académicas, diplomas, etc.

Debemos prepararnos la entrevista, mostrarnos agradables, profesionales, positivos, mostrar las coincidencias entre nuestra formación y el empleo. Ser claros, concisos y escuetos. Cuántas veces habremos escuchado estas tres palabras en los servicios donde hayamos estado, más aun si fueron cara al público. Usar un volumen de voz adecuado, no alto, evitaremos monosílabos, voz entrecortada.

Mostrar siempre la misma línea actitudinal, no sabemos si hemos sido o estamos siendo observados previamente a la entrevista. No fumar, aunque nos lo ofrezca el entrevistador. Debemos tener presente la comunicación no verbal, cuidaremos nuestra imagen ya que de esta se podrá extraer aspectos relacionados con nuestra personalidad.

¿Qué preguntas pueden hacernos?

Sobre nuestra formación académica, reglada o no.

Sobre nuestra experiencia laboral.

Sobre nuestra personalidad.

Sobre nuestro ocio, estilo de vida y relaciones familiares.

Sobre nuestra salud y amistades.

Sobre otras entrevistas de trabajo que tengamos.

Sobre nuestro futuro y condiciones personales.

Posibles preguntas.

¿Eres impulsivo o reflexivo?

¿Qué haces si te acusan en tu trabajo de aprovecharte de tus compañeros?

¿Crees que la amistad profesional y personal deben unirse?

¿Confías en tus compañeros de trabajo?

¿Qué valoras más de un trabajo?

¿El factor económico es lo primero en tus decisiones?

¿Cuánto deseas ganar de nómina?

¿Aceptas las normas de disciplina y órdenes de tus superiores?

¿Qué experiencia profesional tienes?

¿Por qué dejaste tu último empleo?

¿Por qué quieres trabajar con nosotros?

¿Qué puedes aportar a nuestra empresa?

¿Qué ventajas tienes tú que estén por delante del resto de candidatos?

¿Por qué crees que te deberíamos contratar a ti y no a otro?

¿Qué esperas de este trabajo?

¿Qué estudiaste y por qué elegiste esos estudios?

¿Me puedes resumir tu historial laboral?

¿Tienes intención de seguir estudiando?

¿Hablas idiomas?

¿Qué asignaturas te gustaban más y cuáles menos?

¿Qué te gustó más durante tus años de estudiante?

¿Tienes vehículo propio?

¿Puedes incorporarte inmediatamente?

Raúl Barberán
Jefe de Seguridad y Director de Seguridad
Formador en Seguridad Privada

 

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3 comentarios

  • jose martin

    Espectacular articulo amigo RAUL con mayúsculas, si después de leerte alguien acude a una entrevista de trabajo de nuestro sector y comete errores de presentación etc es que no te ha leído con atención porque mas claro ya no se puede decir.

    Un 10 para el articulo, tomo nota.

    Gracias , sigue asi.

    saludos

  • Maria José

    Muchas gracias Raúl por tu síntesis… Aplicable a todos los sectores laborales. ..:)

  • De bayona

    Muy buenas recomendaciones pero le faltó dar un ejemplo a las respuestas de las preguntas que nos pueden hacer???

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